Dispareunia

 

¿Qué es la dispareunia?

También denominada coitalgia, son las molestias que padece la mujer durante el acto sexual, haciéndolo doloroso o dificultoso. Abarcan desde irritación vaginal postcoidal hasta un profundo dolor.
Sus orígenes pueden ser orgánicos, tal como agentes infecciosos, enfermedades genito-urinarias, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos, diafragma, dispositivos intra uterinos DIU, espermicidas) y en la tercera edad, vaginitis senil.

La dispareunia femenina a menudo aparece asociada a problemas de vaginismo, no quedando claro cuál es la causa y cuál el efecto. El dolor en las mujeres puede implicar ardor, quemadura, contracción o dolor cortante, que puede localizarse en la parte interior o exterior de la vagina, en la región pélvica o en el abdomen.

Si bien la mayoría de las mujeres han experimentado dolor en alguna ocasión durante sus actividades sexuales, para considerarse trastorno ha de presentarse de forma crónica.

Las causas pueden ser de origen orgánico: agentes infecciosos, enfermedades genito-urinarias, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos, diafragma, dispositivo intrauterino -DIU-, espermicidas) y, en la tercera edad, vaginitis senil.

También pueden darse causas de origen psicológico: la pérdida de interés por el compañero, que puede originar una inadecuada lubricación vaginal, o la falta de excitación en el momento de la penetración, educación inadecuada o ansiedad.

¿Cómo se soluciona?

Es recomendable que cuando las personas sufren algún tipo  de problema de esta índole, no se sientan avergonzadas y acudan a la consulta de sexología. La solución es más fácil y rápida cuando el problema es reciente. La terapia que se lleva a cabo se realiza generalmente a nivel de pareja.
Es necesario e imprescindible el seguimiento por parte de un sexoterapéuta para lograr el éxito en el tratamiento.
Todas las disfunciones sexuales femeninas tienen tratamiento, con una eficacia del 95%.

Tratamientos

Es necesario realizar una exploración de la pareja, revisando los antecedentes del matrimonio o la actividad sexual, una explicación clara de los órganos sexuales y reproductores, sus funciones y los factores fisiológicos y psicológicos relacionados con la relación sexual y el consejo sobre técnicas sexuales pueden ayudar a la prevención de algunos problemas.

Las lesiones o defectos deben atenderse por el Ginecólogo, mientras que lo competente a la parte emocional de la pareja, deberá atenderse por parte del Sexólogo.

El uso de un lubricante vaginal, de base de agua, antes del coito generalmente evita el dolor y el espasmo muscular. En algunos casos, la penetración posterior (estando el hombre por la espalda de la mujer) evita la presión en la uretra con sensibilidad aumentada y reduce el dolor. Para el tratamiento de la dispareunia, los preparados locales de estrógenos o el tratamiento sustitutivo con estrógenos orales son útiles en mujeres con vaginitis posmenopáusica.

Los quistes deben tratarse quirúrgicamente, salvo aquellos que a consideración del ginecólogo podrán desaparecer por efectos del crecimiento del útero por un embarazo y el cual este planeado para fechas cercanas; los labios inflamados deben mantenerse limpios y secos. Si existen inflamación y dolor en la vulva, puede aplicarse localmente una compresa húmeda con solución de acetato de aluminio diluido. Si el dolor es severo está indicado un analgésico por vía oral. Si la paciente es portadora de un diafragma mal puesto que lesiona los ligamentos útero-sacros, éste debe recolocarse o extraerse.

Son recomendables las sesiones de pareja, con información de corte científico sobre la sexualidad. Sin embargo, si la dispareunia es de larga evolución o si los factores psicológicos que afectan no pueden corregirse por sí solos, la pareja deberá encontrar en la terapia sexológica la alternativa más adecuada para su salud sexual.

imgb

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