“Es la presencia se sangre en el esperma. Es una patología benigna y suele pasar por un derrame por rotura de algún vaso dentro de las vesículas seminales"
Este trastorno masculino es relativamente frecuente y benigno, sin embargo, provoca gran preocupación y es motivo frecuente de consulta médica. Generalmente la causa es una
alteración orgánica banal, aunque el médico tendrá que descartar otras situaciones de salud no tan benignas y que también pueden causarla.
La presencia de sangre en el semen puede aparecer con otros síntomas, como ardor al orinar o sensación de molestias en la región anterior del recto durante la defecación, o ser una manifestación aislada. Es causada por la ruptura de un pequeño vaso sanguíneo en la próstata o en las vesículas seminales (glándulas productoras del semen) que puede haber ocurrido espontáneamente o después de un traumatismo, infección u obstrucción de las vías que conducen el semen.
El médico examinará el aparato genital masculino descartando la presencia de lesiones que informen el crecimiento de tumores, descartará que la tensión arterial se encuentre elevada o que algún medicamento haya provocado el sangrado (por ejemplo, los anticoagulantes).
Solicitará exámenes para descartar la presencia de infección urinaria o inflamación prostática (ecografía de próstata, uretrocistoscopia, parcial de orina, antígeno específico de próstata, etc.) y generalmente sólo tranquilizará al paciente dado que es extraño que aparezca otra causa diferente a la que anotamos inicialmente (ruptura espontánea de algún pequeño vaso sanguíneo en la vesícula seminal o la próstata) y que no tiene repercusión en la salud y le advertirá al paciente que el trastorno puede repetirse más adelante.
Es muy importante el control de la presión arterial en todo hombre que presente uno o más episodios de hemospermia.
En la mayoría de los casos la hemospermia no se acompaña de ningún síntoma mientras que en otros casos puede asociarse a dolor durante las relaciones sexuales, sobre todo en el momento de la eyaculación, o a diversos síntomas miccionales como ardor al orinar. Puede presentarse en algunos casos asociada también a hematuria (sangre en la orina).
Son diversas las causas que pueden generar la presencia de sangre en el semen. Entre estas se incluyen diversos procesos inflamatorios o infecciosos a nivel de la vía seminal o espermática incluidos los testículos, el epidídimo, la próstata y la uretra. Algunas enfermedades de las vesículas seminales como los quistes pueden ser también causa de hemospermia. La hipertensión arterial es muchas veces el responsable de episodios de este tipo y el tratamiento de la misma resuelve el problema.
Una consideración a tener en cuenta es que si bien la hemospermia es una entidad que preocupa mucho al paciente, es poco probable que se asocie a enfermedades tumorales malignas como el cáncer de próstata o de vejiga, salvo los casos en los que se asocia a hematuria donde la posibilidad de aparición de estos tipos de lesiones puede ser mayor que en la hemospermia aislada.
En una gran parte de los casos la se presenta como un evento aislado y no puede determinarse la causa de la misma. Los episodios reiterados de requerirán estudios mas exhaustivos en busca de su causa.
El estudio que confirma la hemospermia es el espermograma, donde la presencia de glóbulos rojos en el análisis del semen hace el diagnóstico. El espermocultivo o cultivo del semen en busca de gérmenes puede servir para diagnosticar los procesos infecciosos de la vía seminal responsables de la hemospermia. También pueden realizarse análisis de orina y/o urocultivo.
Es muy importante el control de la presión arterial en todo hombre que presente uno o más episodios de hemospermia.
Entre los estudios por imágenes más específicos para el diagnóstico de hemospermia se encuentran la ecografía prostática trans-rectal y la resonancia magnética nuclear de la pelvis que permiten una muy adecuada visualización de las estructuras potencialmente responsables de la aparición de sangre en el semen.
Tratamientos
El tratamiento de la hemospermia va a estar en estricta relación con la causa que la genere, pudiendo necesitarse tratamientos quirúrgicos, más aún para el caso de patología de las vesículas seminales o administración de antiinflamatorios, antibióticos o drogas para el control de la hipertensión arterial entre otros tratamientos.