Impotencia sexual y estrés: Dos caras de la misma moneda

Un método eficaz que resuelve el 95% de los casos.

Hace tiempo que la ciencia médica conoce la estrecha relación entre estados de ansiedad y la disfunción eréctil masculina. Pero la ansiedad no se resuelve fácilmente porque a menudo los agentes que la provocan están siempre presentes. Exceso de trabajo, falta de dinero, frustraciones, etc. De esta manera se origina lo que se conoce como estado de “ansiedad prolongada” o estrés, una desagradable sensación de angustia que además de otras molestias, provoca en el hombre, con frecuencia, incapacidad para lograr o mantener una erección.

Y es que entre las sustancias que el organismo produce para defenderse de la agresión inespecífica que es el estrés, hay una, la adrenalina, que es un poderoso vasoconstructor. Al cerrar las arterias por las que la sangre vigoriza el pene, la adrenalina va a ser la responsable directa, tanto de la falta de rigidez del miembro, como de la eyaculación precoz. Una situación de angustia que ese “sufridor en silencio” alimenta por su incompetencia sexual.

Puede que ese silencio sea su mayor problema. Su aislamiento es una concha que le impide no sólo la relación sexual, sino una mejor aceptación de si mismo. Incluso la ansiedad de buscar remedio a su estado le provoca mayor confusión. ¿A quién acudir? ¿dónde ir? ¿qué hacer?

Ahora cuenta con uno de los métodos más eficaces, desarrollado con éxito en el 95% de los casos y en casi todas las edades y patologías (incluso en diabéticos). Sin prótesis, cirugía ni tratamientos hormonales con mínimo riesgo.

Puede informarse en cualquiera de los seis centros que el Dr. Wafik Al-Wattar dispone en Barcelona, Mataró, Rubí y Terrassa, llamando al teléfono: 93 697 42 52

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